Morderse las uñas es uno de los malos hábitos más comunes que hay, y aunque no somos conscientes puede tener consecuencias negativas para nuestra salud.
Las consecuencias frente a esta costumbre son muchas, ya que tiene consecuencias físicas, emocionales, sociales al ser un hábito muy feo y también para nuestra salud, especialmente nuestra salud bucodental.
Decimos especialmente de la salud bucodental, ya que esté hábito es causante del desgaste dental. Aunque nos sorprenda, pues sí, uno de los efectos más perversos de morderse las uñas es el desgaste de las piezas dentales y, si llevamos restauraciones, la fractura de las mismas.
Las consecuencias se concentran sobre todo en los incisivos superiores e inferiores. Según expertos en el ámbito, podemos provocar microtraumatismos que desprenden de forma imperceptible partículas del esmalte, lo cual hace que los dientes se vayan desgastando, también afecta en otros sentidos: puede provocar apiñamiento dental, debido a la presión que se ejerce sobre la dentadura.
Además de los efectos adversos que puede causar en los dientes también puede reportar los siguientes problemas:
Lesiones en las encías: El tejido gingival es especialmente sensible a este mal hábito, morderse las uñas constantemente puede ocasionar lesiones que, en los casos más graves, provocan retracción de encías.
Alteración de la mandíbula: Según estudios realizados recientemente, el hecho de morderse las uñas también puede generar trastornos mandibulares. La posición forzada de la mandíbula al morder y masticar puede alterar la articulación temporomandibular y ocasionar dolor.