Al menos 14 personas fallecieron y varias más resultaron heridas el miércoles en la mañana tras la explosión de dos bombas en un bus que trasladaba a soldados en Damasco, en uno de los ataques más letales en la capital de Siria en años, dijo un funcioanrios militar.
Aunque el conflicto armado entre el gobierno sirio y los insurgentes, que comenzó hace una década, continúa en algunas partes del país, incluyendo en el feudo rebelde del noroeste, los atentados en Damasco son extremadamente inusuales desde que las fuerzas del presidente Bashar Assad expulsaron a los combatientes opositores de los suburbios de la ciudad en 2018.
Las explosiones se produjeron en una concurrida intersección, cerca de un punto importante de transbordos donde suelen coincidir pasajeros y escolares. Tras el ataque, la televisora estatal siria mostró imágenes del calcinado autobús siendo rociado con agua por los soldados, mientras los curiosos corrían a un puente cercano para observar la escena.
Nadie se atribuyó la responsabilidad del ataque, pero varios grupos insurgentes y yihadistas que buscan destronar a Assad tiene una presencia activa en el país.